Gethsemane

Adicción


Parece cuento de nunca acabar. Sabes que estás mal, que te estás friendo las neuronas por un rato de un extraño placer Extraño porque ya ni lo disfrutas, lo haces pensando que lo disfrutarás y resulta que no, que se siente de la mierda y tras hacerlo, solo piensas en la estupidez que acabas de hacer. Estupidez porque desperdiciaste lo que sea que estés consumiendo para un rato que no lo vas a pasar bien. Te vas a quedar en una esquina, en un rincón, pensando en por qué lo sigues haciendo. Da lo mismo el contexto, si es una fiesta, una junta, si estás en la comodidad de tu casa, ese sentir de que acabas de cometer un error llega igual. Sobretodo si es con cosas que haces siempre. Porque los vicios nuevos te dan una sensación nueva, por algo los pruebas, rogando que no te vuelvan un esclavo más. Es lo que pasa por mi mente ansiosa.


Aplica para todas las mierdas adictivas, el tabaco, el alcohol, la marihuana, las redes sociales. Especialmente las últimas, porque valen mierda. Ni siquiera te hacen sentir bien momentáneamente como las drogas materiales, te sientes en un vacío agónico de necesidad de atención.


A veces me disocio y entro en razón sobre lo estúpido que es el gesto de grabarse, sacarse fotos, una y otra vez, para un público al cual no le interesas. Para mí, el show de las redes es un teatro. Hay gente ahí cuyas vidas son tan sobrexpuestas por ellos mismos, que dejas de tomarlos en serio. Pasa a ser una performance, en donde la gente es capaz de hacer cuánta ridiculez con tal de tener un gramo de atención. Y ese gramo de atención se les sube a la cabeza, pasan a creerse superestrellas, microcelebridades como ellos llaman. Ahora tienes fama, eres adorada...eres adorada? NO. Es una falsa sensación de adoración, tú no eres ídola de nadie. Como dije, esa gente piensa lo mismo de mí y de tí. Eres solo un payasito que prostituye su vida por atención que no vale la pena, que es totalmente artificial.


Después viene la gente extraña, que habla de tí como si te conocieran, que hablan porquerías sobre tí, que se dedican a acosarte o destruir tu imagen porque les caes mal. Porque les diste demasiada información de tu vida y te han deshumanizado, te convertiste en su bufón. Y no te van a soltar hasta que se aburran de tu performance, o dejes de contar tu vida. Toda esta mierda me ha pasado. Por no entender a los demás y no querer hacer el esfuerzo de entenderlos. Por refugiarme en internet antes de que todo se fuera por el water, antes de que las redes sociales se convirtieran en el monstruo de hoy.


Mentira, lo intenté varias veces, precisamente saliendo a drogarme, siendo menor de edad. Con otros menores de edad, afortunadamente, porque uno puede ser drogadicto pero no imbécil. La adicción ha sido un elemento constante en esta vida, como si tuviera personalidad adictiva, obsesiva quizás. Pero mientras no te vean tirado, hecho mierda de lo ebrio, enclonado, duro, etc. no toman en serio ninguna de las otras adicciones. Es como si todos los demás también padecieran de lo mismo. Pero los síntomas están igual, te sientes nervioso o desprotegido cuando no estás cerca de tu celular. Te sientes nervioso cuando no puedes revisar el celular. Te da ansiedad no poder freirte en dopamina por memes o videos de mierda.


Cuando te pasa algo malo, sientes la necesidad de demostrarlo en la performance. Muéstrales a todos que te sientes fatal, que estás sufriendo. ¿Por qué? Muéstrales que estás hecho mierda...¿por qué? A QUIÉN CRESTA LE IMPORTA. La marihuana y el copete me pueden freir y hacer pensar weas, pero he descubierto que en esos momentos trabajo más las neuronas que scrolleando la eternidad de alguna red social. No es por defender mis vicios, pero incluso en un ataque de pánico inducido tienes que pensar en cómo resolverlo por tí mismo, el celular no te va a ayudar en nada. Esto también es la prueba de que puedo hacer mejor en ese estado. Pero hacen que la pena y la rabia sientan peor, como si te consumieran hasta el alma. Por eso hay que hacerlo antes de dormir, así no te enteras de cuando te duermes y despiertas como nuevo, otro día odiando la vida y la quemada realidad.