Son las 2:35 AM. Tengo sueño, pero es en estos momentos que me da inspiración para hacer cosas. Tengo planeado retomar la costura y aprovechar los retazos de terciopelo que me quedan. Quiero copiar una polera que ya hice, pero añadirle otra blonda en el pecho. O no se, quizá pueda hacer un diseño más complicado, pero no sé hacer mangas y todo lo hago a mano.
También estoy intentando hacer otra página desde cero, en donde planeo hacer una especie de manifiesto. Con referencias incluidas, para añadirle seriedad, pero es un proyecto que lleva más tiempo. La temática es anti todo, con brujitas y otras tonteras que me gusten, pero con una tonalidad seria. Entre ironía y discurso, porque ya me tiene harta el internet y las redes sociales. La verdad es que ya no me siento cómoda en lo que ha decantado este lugar, quiero creer que solo son mis malas experiencias. Pero estoy segura que no soy la única en arrepentirse de su presencia en internet. Con los próximos años se hará un fenómeno más y más normal, porque estamos dejando que lo parasocial forme a la realidad. Y de esto debo buscar argumentos. Trataré de no tomarlo tan en serio, ya que la gente de hoy es estúpida y se rie de los trabajos serios. En el sentido que, puedes mostrarles la verdad en la cara y no te van a creer. Es como si sucediera una desmoralización o pérdida de sensibilidad masiva.
Lo siento, es que cuando me concentro en escribir simplemente me pierdo en los pensamientos. Por primera vez en muchos años puedo dejar fluir lo que pienso. Ya lo he dicho, suficiente.